dimecres, 4 de juliol del 2012

Llamamiento desesperado a los militantes de izquierdas

¿Quedan políticos de izquierdas en este país? ¿Hombres o mujeres? ¿Cuadros o de base? Y si quedan ¿Alguno recuerda los ideales por los que empezó a militar, si los tuvo? ¿Alguno es capaz de posponer sus prebendas, ambiciones e intereses, sean grandes o mezquinas, a las necesidades del pueblo a cuyo servicio se ingresa voluntariamente cuando se asume la militancia…?
Sé que los hay, pero ¿dónde están? ¿Por qué no se desmarcan abiertamente de ese sistema corrupto y sanguinario que sirve a los ricos y reduce a los pobres a mera carnaza? ¿Por qué lo siguen legitimamdo con su presencia y con su silencio? ¿Cómo pueden mirarse al espejo siendo cómplices de la dictadura de los mercados financieros por el solo hecho de no decir basta? ¿Son víctimas de algún sortilegio o qué es lo que les mantiene paralizados?
La realidad y el sufrimiento de las personas están pidiendo a gritos que alguien enarbole la bandera de la justicia social, que paguen los responsables de esta crisis, que los especuladores asuman sus pérdidas y no nosotros, que se restaure en su plenitud el estado del bienestar y que se financie con justicia redistributiva y se gestione con transparencia política.
El movimiento que eclosionó el 15 M fue un gran revulsivo social en el mundo de las ideas, pero no dispone de los instrumentos para convertirse en una alternativa, para dotarse de continuidad y cohesión. La conciencia crítica que en él se manifestó ahora se halla flotando por internet, con fuerza, pero incapaz de atravesar la realidad virtual. Muchos -seguramente demasiados- pequeños grupos, organizan muchas pequeñas acciones. Dispersión, participación escasa, bajo impacto… son características recurrentes de las acciones impulsadas por esa conciencia crítica. Bienvenidas sean y ojalá contribuyan a que se mantenga el rescoldo, pero, por sí mismas, nunca van a encender una hoguera.
La gran confabulación del capitalismo financiero, cuya cara más visible son los gobiernos a su servicio, procede con astucia. Por una parte, nos va chupando la sangre de una forma sutil, medida a medida, ajuste a ajuste -como lo llaman-, recorte a recorte… ninguna tan insoportable en si misma como para provocar una reacción significativa de la población, pero suficientes entre todas para mandarnos a la miseria o a la tumba.
Otro gran ardid estratégico es la fragmentación, la sectorialización  de las agresiones contra las clases populares y el estado del bienestar. Nunca atacan a todos los sectores a la vez y esto acaba por atomizar los frentes de lucha. Atacan a los funcionarios y gran parte de la población piensa “esto no va conmigo” incluso “ya está bien que les metan en vereda”. Atacan a la sanidad y muchos piensan “bueno, yo tengo mi mutua… ya lucharán ellos para que se mantengan los grandes hospitales”, o a los universitarios “bueno, sí, pero, ¿no hay demasiados estudiantes?”… “que aprendan un oficio que esto parece un país de señoritos” … y al sector del carbón “oye, toda mi simpatía, pero ¿cómo vamos a sostener un sector improductivo con las carencias que hay?”…  Y los afectados en cada caso luchan sin ninguna posibilidad de victoria, alguna ligera concesión táctica, como mucho y en muy pocos casos.
Tenemos un gran problema: sólo podemos conseguir frenar esta agresión tan cuidadosamente programada uniéndonos todas y todos y atacando masiva y contundentemente el corazón de la bestia. Para esto hay que dejar de lado temores y egoismos, hay que bajar de la red y hay que subordinar los objetivos sectoriales y locales a un gran objetivo común: plantar cara a la dictadura del capitalismo financiero y obligarle a que se coma su crisis, como en Islandia, si queréis, pero en grande.
Algo así requiere organización y liderazgo, no se crea ni desde la red ni desde los grupos locales o sectoriales. Benditas sean sus luchas, pero hay que dar un salto cualitativo. Necesitamos organizarnos políticamente ya. Y esto no pasa por crear nuevos partidos residuales ni por buscar referentes mesiánicos, lideres, que la historia nos explica muy bien como pueden acabar.
Esto pasa porque la izquierda sea la izquierda de una maldita vez. En los partidos de izquierda hay de todo, seguro, hay mucha ambición y mezquindad, mucho chupar rueda, muchos intereses y mucho apego al cargo y a la dinámica autista de las ejecutivas. Pero también hay mucha gente -mucha- , cuadros y militantes de base -insisto- que comparten esa imperiosa necesidad de cambiar este mundo que nos están imponiendo y que saben perfectamente que siguiendo las directrices de sus cúpulas nunca lo lograran. Pues bien, a ellas y a ellos me dirijo:
Habéis escogido militar al servicio del pueblo y de los derechos humanos, algunas y algunos habéis incluso aceptado cotas más o menos elevadas de poder y responsabilidad ¿qué pensáis hacer con todo eso? Ahí fuera, más allá de las paredes del congreso, de los parlamentos, de las sedes y las agrupaciones, hay mucha gente ansiosa por acabar con este estado de cosas. Vosotras y vosotros, desde vuestra voluntad de servicio, desde vuestra representatividad democrática, desde vuestra capacida organizativa, tenéis la obligación antes que nadie, de hacer piña, de constituir un frente común y de llamarnos para que nos sumemos. Si así lo hacéis, yo acudiré, muchas y muchos acudiremos y cuando mostremos que vamos decididos y de frente, a por el corazón de la bestia, mucha más gente se unirá, así funcionan las masas.
No hay otro camino y no podéis rehuirlo sin abjurar de facto de los principios que decís defender. Dad ese paso al frente, es necesario, y empecemos a acabar juntos con esa pesadilla, a construir un mundo mejor, para nosotros, para nuestros mayores y para nuestros descendientes.
Hay quien no actua por incapacidad, por ignorancia… pero ese no puede ser vuestro caso, el caso de una persona políticamente comprometida. Decidid, por tanto,  si, cuando en el futuro os miréis al espejo, queréis ver vuestro rostro en paz, o sólo un amasijo de gusanos.

14 comentaris:

  1. completamente deacuerdo contigo..
    nuestro peor enemigo habita en nuestro interior, y eso es el cochino ego..

    toda la izquierda tradicional ortodoxa y conservadora solo intenta capitalizar con sus propias siglas la lucha.

    la union hace la fuerza, haber si nos dejamos las diferencias a un lado y empezamos a combatir al verdadero enemigo.

    yo se bien quien es ese enemigo. y usted veo que tambien...pero y el resto???

    http://conversacionesdeunventrilocuo.blogspot.com.es

    ResponElimina
  2. De acuerdo, pero hay mucha gente perdida, ¿en qué se traduce exactamente "ir a por el corazón de la bestia"? ¿Qué habría que hacer? ¿Un frente popular? ¿Tomar el Congreso? ¿Seguir manifestándonos? Mucha gente no actua porque no ve claro dónde es exactamente donde deberíamos concentrar nuestro ataque.

    ResponElimina
  3. Las razones por las que mucha gente pasa de todas son diversas, pero hay que unir a la gente que tiene clara su posición y sus prioridades, estén en partidos o no. Necesitamos una vanguardia amplia con capacidad de arrastre ¿Un frente popular? Para empezar ¿por qué no?

    ResponElimina
  4. Lloreç, Volví a militar en ICV hace un año y medio, volví porque creo firmemente en los principios del partido, en la gente que lo conforma y en la idea de que los partidos políticos de izquierda pueden ser herramientas eficaces para el 15M, a su disposición estamos, lo que no podemos hacer es saltarnos las estructuras internas del partido, no podemos tener la misma organización interna asamblearia que el 15M. En Lleida, sin consejo de la dirección del partido, muchos militantes participamos de las asambleas, de las acciones y de las propuestas de los nuevos movimientos sociales, y todo porque las bases de nuestro partido estan formadas por cabezas calientes que les llamo yo, simplemente porque si para evitar un desalojo hemos de ser muchos, gente de ICV a título personal se presenta en la puerta de la casa apoyando al PAH y la familia o si el rector hace una burrada contra los estudiantes, allí estamos, a título personal y somos muchos los que actuamos asi, pero como nuestras caras son conocidas por ser de ICV intentamos mantenernos fuera de la foto, no tenemos la más mínima intención de politizar el movimiento (aunque esto sea imposible ya que el 15 esta haciendo política, pero de la buena) simplemente estamos al lado de quien sufre y pide lo que es moralmente justo. Por otra parte,como partido, formamos parte de Lleida Social, es un inicio de unificación, ¿Cuánta fé tengo en ella?, pues no lo sé, pero por ahora en esta plataforma podemos compartir ideas e información, las distintas entidades que la conforman van cada una a su ritmo y con sus formas de organizarse diversas, pero apoyamos los mismo intereses, los del pueblo. http://lleidasocial.blogspot.com.es/

    ResponElimina
  5. Mi sensación es de impotencia. Me parece ver la lucha de los que sufrimos los desmanes de los políticos como la de David contra Goliat. Creo que el poder de los que nos utilizan es de una magnitud tal que no podemos hacer mucho más que manifestar nuestra rabia.
    Sé que son muchos los que quieren un cambio, pero ya no sé si mantienen esta voluntad una vez alcanzan sitios que les permiten beneficiarse de las prebendas, sueldos astronómicos, pensiones vitalicias de escándalo. Nadie ha cambiado eso contra lo que gritaba cuando ha llegado al poder.
    ¿Cómo conseguir mecanismos de control que impidan el abuso?
    ¿Cuánto hay que esperar hasta conseguir que cambien leyes aceptadas como una fatalidad?
    ¿Cómo hacer para que lo legal sea, ya y de una vez por todas, JUSTO?

    ResponElimina
  6. A mi también me reconcomen esas cuestiones ¿valdrá eso? ¿cómo hacer para cambiar las cosas? Estos días miraba el video de Teresa Forcades y me daba cuenta de que ella tampoco sabe cómo, nadie sabe cómo. El miércoles hablaré de eso, si entretanto se os ocurre alguna idea brillante, mandadla, que la pongo!

    ResponElimina
    Respostes
    1. Pues yo no estoy de acuerdo. Los militantes de izquierda (los de izquierda de verdad, no los del PSOE que ni es izquierda ni es nada, si cuentas a esos entonces hablamos de otra cosa) han estado mas movilizados de lo que mucha gente cree, tanto durante el gobierno de Zapatero como ahora con el tio de las SS (otra cosa es que no salgan en la tele, que por otra parte la controla el enemigo). Al mismo 15M se le critica (desde la derecha principalmente), que está plagado de militantes de izquierda (sobre todo de IU), muchos de los cuales son activistas. Y desgraciadamente a muchos de ellos se los critica dentro de propio 15M por ser afiliados o militantes de partidos de izquierdas (mal hecho, el 15M es izquierda se mire como se mire, y la causa que persigue se encuentra enraizada en el propio capital de Marx o en el Estado y la Anarquia de Bakunin). En el ámbito institucional, Cayo Lara (por poner un ejemplo) está en todas las movilizaciones contra los recortes que puede (las organice quien las organice), desde la propia campaña electoral habló de la movilización permanente, y en el congreso siempre platean enmiendas contra lo que consideran injusto, que luego no suelen salir porque la mayoria es del PP, partido al que aunque no nos guste votaron 11 millones de personas (muchos de los cuales ignorantes perdidos), porque la alternativa de gobierno era el PSOE, gobierno de mentirosos y traidores a la izquierda.
      Si resulta que lo que se critica es que se luche desde las instituciones, que eso esta mal porque es formar parte de un sistema injusto y que lo que habria que hacer es dejar los escaños vacíos (como hizo batasuna en el parlamento de euskadi, con nefastos resultados como han podido ver hasta ellos mismos, y no son santo de mi devoción), pues entonces hablamos de otra cosa.
      Si no queremos sangre, o se cambian las cosas desde dentro o no se cambian, porque si no, la alternativa será ir a sangre y fuego (como se ha hecho siempre en la historia), con todas las injusticias y el sufrimiento que ello conlleva, dado que ir a sentarte en una plaza para que te peguen con una porra, solo trae consigo que te peguen, lo vea todo el mundo, se indigne en su casa y tu no vuelvas a sentarte para que no vuelvan a partirte la cara (en ese caso, como mucho pringará el madero de turno si consigues denunciarle, y el politico que dió la orden salvará el culo como hacen casi siempre).

      Elimina
  7. Impotencia es la palabra frente al descaro a que nos quieren acostumbrar el mercado y sus aliados. Eso cansa también. La incertidumbre que se le suma lo aumenta. No obstante, algo se ha movido. Ya es raro encontrar gente que esté de acuerdo de la A la Z y se calle la boca.

    Estar triste es un paso interesante para pensar y dejar la pandereta para celebrar algo cuando lo sea y no la tapadera de estos últimos tiempos..que daba pena y asco.

    A mí me parece que con otra forma pasará algo distinto. La unión es importante contra el tinglado.

    Hay un viejo libro de Gunter Grass que fue llevado al cine no en su totalidad. Es todo una metáfora de como se llegó a la guerra.

    La película refleja bastante fielmente toda esa metáfora desde su comienzo a través de sus personajes que deciden no crecer, traicionarse, culparse, engañarse y sobretodo, creer, creer, creer en lugar de pensar y actuar. "El tambor de hojalata" aquí el film completo subtitulado http://www.youtube.com/watch?v=vx4DgNr8pXw.

    Hoy con los cambios tecnológicos y también cambios que no alcanzamos a dimensionar, esta historia tan del imaginario puede que la veamos muy lejana. Sin embargo, algo nos aporta en un sentido no tan sólo histórico sino simbólico.

    Yo no tengo palabras para describir lo que vivimos...el sólo poder expresar esto aquí y leer lo que decís todos/as, aunque resulte por ahora insuficiente, para mí es una forma necesaria para dar pasos..
    un saludo Cecilia

    ResponElimina
  8. Pues yo soy de los que creen que votando se va a cambiar poco. Porque aunque consiguiésemos hacer una gran coalición, por el camino caerían las ideas revolucionarias en pos de "aglutinar gente", y en el improbable caso de que se llegase al poder, llegaría una especie de gran coalición socialdemócrata que trataría de "humanizar" el capitalismo en el mejor de los casos, y, en el peor y más común, acabaría apoltronándose y viviendo del cuento, como ha pasado a todos los partidos de izquierda que se acercan al poder.

    Por tanto, y aunque el voto ocasional podría ser útil en ciertos momentos, nos queda el cambio que no sea mediante voto. Porque nunca en la historia ningún gran cambio social se ha hecho a través de papeles en urnas.

    Así que lo que queda es una revolución social. La gran pregunta es ¿quién estaría dispuesto a jugársela en una revolución cambiar el país desde abajo? Gente hay, pero hay muchas más personas que pasan de todo o que van exclusivamente a lo suyo. Y para que una sociedad se la "juegue" en una revolución, todavía tenemos que estar más cerca del abismo (es la historia de los procesos revolucionarios). Sin mencionar que años de películas de hollywood de buenos y malos, y años de comida basura nos han reblandecido el cerebro y el corazón.

    Creo que lo que nos queda es abandonar la comodidad y el consumismo e "irnos preparando" para esta revolución, por una parte. Y por la otra, empezar a crear YA el mundo que queremos. No podemos sentarnos y esperar a que un político se "haga bueno" y lidere ningún cambio, porque no va a pasar. El cambio lo tenemos que liderar nosotros desde abajo. Y es lo que están haciendo en muchas ciudades: crear redes de apoyo, comenzar a aglutinar fuerzas sectoriales (y eso sólo se hace conociendo personalmente a gente de otros movimientos de protesta y estrechando relaciones humanas), buscar el apoyo mutuo entre colectivos, empezar a abandonar el uso del dinero (mediante bancos de tiempo, creación de moneda social, etc), construir cooperativas integrales (como la catalana, pero en otras ciudadesd del estado), lanar nuestros propios medios de comunicación de masas (información independiente, sin publicidad para no depender de grandes intereses, autogestionanda), comenzar a promover la idea de emanciparnos del estado y del capital: es posible, se puede hacer (la utopía es considerar que podremos vivir siempre bajo el capitalismo, que está consumiendo el planeta), comenzar a construir nuestra propia educación para desarrollar seres humanos libres y solidarios, nuestras propias universidades autogestionadas donde se formarían personas para poner el conocimiento, las humanidades y la ciencia al servicio de los seres humanos, y no al servicio de la economía para unos privilegiados (y para eso se necesitaría el apoyo de profes y catedráticos que quieran cambiar por completo el sistema, de abajo a arriba).

    Resumiendo. No vamos a cambiar nada votando, es imposible, no nos iban a dejar (ved Grecia), y aún así, un proceso de llegar al poder mediante un partido político iba a irse dejando por el camino todo el espíritu de cambio original para acabar siendo una parodia deformada que no iba a cambiar nada sustancial. Y tampoco parece que por el momento nadie esté dispuesto a formar parte de una revolución violenta. Así que sólo nos queda la revolución paso a paso, implicándonos todos, construyendo el mundo que queremos, sin esperar a que nadie venga a hacernos el trabajo por nosotros. A mí me parece una tarea muy bella y muy ilusionante para dedicar un proyecto de vida. Y ya hay decenas de proyectos y asambleas que llevan años en esto, antes del 15M, afortunadamente ahora es cuando están saliendo a la luz y están recabando muchos más apoyos.

    Salud

    PD: amigo radical, si quieres puedes desarrollar esta idea para tu siguiente artículo.

    ResponElimina
  9. Estimado Llorenç: Hace días que tu artículo ha estado dando vueltas por ahí y dándome revoloteando por mi cabeza, también.
    Ayer por la noche, lo leí para otros luego de una cena en casa.
    Es curioso como las cosas toman -a veces- más relevancia cuando uno las comparte o lee en voz alta.
    Ya te expliqué que mi primera intención era difundir tu "Llamamiento desesperado a los militantes de izquierdas" por la Intranet de mi trabajo, a fin de que éste, llegase como mínimo a "esos" sindicatos de izquierdas o progresistas.

    Como tuve una semana muy intensa sin ni un segundo libre en las oficinas o dependencias, ni tan sólo pude sacarlo de mis carpetas.

    Ya hace tiempo que -al igual que tu- entendí las grandezas y debilidades del "15-M" y pensé que lo único que nos quedaba todavía, eran esos sindicatos nacidos -o "legalizados...-, bajo la "Ley Orgánica de Libertad Sindical"(LOLS).
    De los demás no haré referencia porque o por cuestiones legales o por su escaso número de afiliados, discretamente cuentan para lo que propones y comparto.
    Como afiliado a uno de esos "engendros", hace ya algunos meses quise comenzar a ver qué había o con qué contábamos, como manera de empezar a debatir seriamente y organizarnos desde las bases.

    Leyéndote, me di cuenta de que a ti te pasa lo mismo que a mí cuando escribo. Ambos calculamos muy prudentemente nuestras palabras, mas intentamos ser honestos, valientes y que éstas sirvan de algo.

    Cuando terminó la cena y ya en la cama; pensé en ti, en mí y en todos aquellos quienes luchamos activamente con mayor o menor fortuna o acierto, con la pluma o el verbo. Y me di cuenta de que estaba muy cansado y que durante estos meses he intentado lo mejor que he podido y con honestidad, hacer entender a mis semejantes lo más básico o fundamental, para que no ocurra toda esa dispersión de ideas, causas y demás cuestiones que mencionas en tu escrito.
    A la "puxa", que es muy dura, desmoralizadora e insignificante mi labor, valorando mis "éxitos" o pobres triunfos personales.
    Pero entiendo que debo seguir.
    Porque por todo lo que tú dices, -¡y en lo que no dices...!-, hay que "hacer algo" ya mismo.
    Lo primero que me viene a la mente es preguntarte si sabes -¡ya sé que lo sabes...!- qué es la "burocracia sindical".
    También estoy seguro de que ves que la mano larga del franquismo lo dejó todo "atado y bien atado" y que sus resultados a nivel de la cultura o conciencia de las masas, operó -y opera- a la perfección.
    Para que me entiendas: los mismos poderosos que sobrevivieron al dictador, nunca cedieron ni una sola parcela de poder. Los resultados hoy en día son obvios para aquellos que entiendo, tenemos la capacidad de ver.
    Durante esta "transición" interminable que hemos y seguimos padeciendo desde que España fue formalmente declarada una democracia, nuestras instituciones vigilaron mucho por el folclore, la "normalización lingüística", "modernizarlo todo" a la manera de los JJ.OO de Barcelona '92 -¡que todavía estamos seguimos pagando...!- pero nunca hicieron lo más necesario: educar al Pueblo.
    Naturalmente que no estoy hablando de formación reglada, universitaria y demás...
    Si ni siquiera una mísera "Ley de memoria histórica" tenemos, ¿cómo vamos a recuperar lo rescatable o valioso que tuvimos otrora?
    Claro, "no interesa".
    Cuando murió "el caudillo", éramos muy ignorantes pero muchísimos tenían ganas de aprender y de arrimar el hombro en pro del bien común.

    *Es muy probable que esté hablando de difuntos o muertos vivientes como yo.
    Abreviando, que vino "Isidoro" -léase Felipe González- y como en este país antes, se hacían referéndums..., por medio de "la zanahoria" de entrar en el Mercado Común Europeo, éste hizo votar a los españoles para que España entrase en la OTAN.
    [---]

    ResponElimina
  10. [---] y 2

    Allí comenzó "el capital" a seducir a la masa ignorante -como ya expliqué antes- con todo tipo de bienes materiales foráneos. No fue necesariamente un crédito, pero a cambio de esa ayuda, nos dejó sin la industria nacional que buena o mala, era la nuestra.

    Ya sé, eran tiempos difíciles.

    Una transición, por definición no se hace en dos días...

    Y por eso, algunos le permitimos a los gobernantes de entonces, algunos "pecadillos".

    Los militares estaban nerviosos, ETA mataba todos los días, vino "El Tejerazo" -¡ese sí que es un tema que no se debe debatir en público!-, Barrionuevo, los GAL, el periodismo o el 4º poder -con personajes como Luis María Anson, tan sólo por citar a un ilustre académico- y hasta "la VISA" -que provoca tu sonrisa...

    Vino de todo, menos lo más necesario: la educación popular, como dije antes.

    Para acercarnos a nuestros días y resumiendo, pasó "La Globalización" y mientras tanto desde Madrid -y desde "La Generalitat", también...- comenzaron a aplicarse los doctrinas neoliberales. Para que quede claro, ¡que comenzaron a privatizarlo todo!

    Pero no pudieron acabar: El atentado de Atocha, cambió de un plumazo cualquier tipo de continuidad de los sectores más escorados históricamente al capital y poder español.
    Dicho sea de paso, creo necesario que dejemos ya de hablar de antiguallas como izquierdas, derechas, ácratas, nazis, carlistas, hippies, o lo que sea, si preferís...
    Porque en el siglo XXI -y con toda la "neo-lengua"- yo prefiero quedarme con el viejo concepto de conservadores o progresistas.
    Llegando a nuestros tiempos presentes, entre los días 3 y 6 de junio de 2010, vinieron unos personajes muy "discretos" a Sitges, pero parece ser que tuvieron tanta influencia en el gobierno de Zapatero, que Elena Salgado con ojos llorosos, comunicó por televisión al pueblo español y al mundo, "La Reforma de la legislación laboral" o Real Decreto-ley 10/2010, del 16 de Junio de 2010...
    [---]

    ResponElimina
  11. [---] y 3

    ¿Para qué decir más, no...?

    En fin..., ¿Quién gobierna en España ahora...?

    Llorenç, tu ya lo sabes. Lo que pasa es que ayer por la noche pensé en que si publicaba esta carta que te escribo -con las correspondientes reservas...- en abierto, podía "matar dos pájaros de un tiro". *Lo digo con el debido respeto hacia ti y a mis lectores.
    Porque yo -aunque de manera muy rudimentaria-, también escribo e intento luchar al menos con la palabra.
    Volvamos..., ¿Quiénes rigen los destinos de España...?
    ¿El Pueblo español...?
    ¿El Jefe del Estado...?
    ¿El Gobierno de la Nación, elegido democráticamente...?

    ???
    ¿Qué o quiénes están por encima de ellos, si es que hay los...?

    Estas preguntas tan elementales o básicas para ti, para mí o para la mayoría de nuestros lectores, son por completo ignoradas por la inmensa mayoría que -en su inopia- se cree muy informada en nuestro país.

    Y así están las cosas.

    Maestro -sólo ahora, en tercera persona-, no debería citar su nombre, porque le aviso que esta misiva será "abierta", y sin duda muchos sabrán quienes somos o quienes estamos intercambiando opiniones.
    Por eso, tan sólo dejaré su nombre de pila.

    Volviendo al tema, no es necesario haber leído a Bakunin, para saber que la verdadera revolución, sólo se podría llevar a cabo con éxito, siempre que antes no haya habido una transformación moral e ilustrativa. Y estando las cosas como están, creo que eso es sencillamente difícil. Y hacerlo dentro de ese estado de cosas podría resultar desastroso.
    En tu escrito hablas -aunque sin mencionarlo- de las "Diez técnicas de manipulación de Chomsky", también de las deficiencias de nuestros sindicatos, sobre la necesidad de organizarnos o de salir a la calle porque -estoy también contigo en ello...- Internet, no es "la manera".

    Habría que tener más fe que Job, pero doy por seguro que la lucha que sí se pierde es aquella que ni y no se intenta.

    Personalmente, seguiré tratando de "colarme" en mi sindicato, -y los demás también-, trataré de que al menos con humor y "cartelitos infográficos", que aquello que fue del espíritu del "15-M", no se apague. Igualmente acudiré a aquellas personas e instituciones -que "hayan escogido militar al servicio del pueblo y de los derechos humanos"-SIC- que no necesariamente sean "de izquierdas" -como pretendes tú- pero que al menos sean patriotas o al menos no "neocons".

    Y para acabar, Llorenç: no tienes ni idea de cuánto aplaudo, necesito y solicito tu labor.
    Porque ésta, muchas veces aclara mis dudas o aciertos y porque además -y quizás eso es lo más importante para mi mismo...- me ayuda a saber que no me he vuelto completamente loco o que por lo menos, ¡todavía queda un sapiens en el planeta tierra!

    Gracias por todo y con mis mayores respetos, hermano.

    Glòria Reus Comallonga.

    *Escrito en castellano para llegar al máximo número de personas posibles, el blog tiene el título en catalán porque es así como me siento, sin exclusiones, antes que nada. -SIC-

    ResponElimina
  12. Si me permitís ratifico con mi comentario las aportaciones que habéis hecho, son todas verdades con mayúscula. Creo que en el fondo hay una gran mayoría social que comparte la necesidad de romper con esclavitud a la que nos han sometido, lo que también es cierto es que hay una gran mayoría que desconoce los entresijos y las barbaridades cometidas. Por eso hay que recoger la propuesta que Julio Anguita hace con la idea de "Frente Crítico" y el lema "Somos Mayoría" que en Sabadell propuso, esta propuesta está creciendo en la red y proponiendo asambleas en pueblos y ciudades de España. ¡Otra sociedad es posible!

    ResponElimina