dijous, 27 de desembre del 2012

Fin de etapa

Cada semana escribo una reflexión es este blog y mando el enlace a una multitud de grupos que me han ido incorporando.

Desde que empecé a escribir el blog en otoño del año pasado, básicamente he defendido dos causas, ambas desde la misma actitud ideológica de oposición a la dictadura del capitalismo y a las medidas que nos han impuesto sus gobiernos y a favor de recuperar la justícia social y el estado del bienestar con la mirada puesta en otro mundo posible y mejor.

Al principio concentré mis esfuerzos en el intento de dar visibilidad al malestar de la población mediante acciones sencillas, asumibles por todo el mundo, pero con un potencial de efectividad muy grande, a mi entender, en la medida en que podía constituir una manifestación permanente y cohesionar a la población en torno a unos problemas comunes, frente a unas agresiones comunes.

Pedía cosas tan sencillas, y creo que tan necesarias, como lucir todas y todos una misma chapa o encartelar nuestros balcones permanentemente con nuestras denuncias, sacar la crisis, permanentemente a la calle, mediante nuestras propias personas y nuestras casas, para abordar después otras acciones. La invisibilidad cotidiana del malestar, la fragmentación de las protestas, todo eso, no ha hecho más que favorecer a nuestros verdugos. Entendía que era, y sigue siendo, necesario, generar una actitud constante de protesta masiva y pacífica.

No fue posible. Llegamos a crear un grupo de facebook desde el cual editamos chapas y manifiestos, con toda ilusión e ingenuidad. Lancé una llamada al compromiso individual para mantener pancartas en nuestros balcones y ventanas denunciando todo lo que nos están haciendo… pero ninguna de estas iniciativas tuvo un seguimiento mínimamente significativo.

Denuncié el hecho de quedarnos únicamente en la queja y la denuncia en internet, el opio del pueblo indignado, y la escasa beligerancia -no necesariamente violencia- de las manifestaciones… Nada, muchas y muchos me daban la razón, pero nadie cambiaba sus actitudes, sus actuaciones en grupúsculos que para nada preocupan a los mandarines. Parece que, como el pueblo bíblico de Israel, estuviéramos esperando al mesías, sin querer darnos cuenta que el único mesías posible estaba en cada una de nosotras, en cada uno de nosotros.

El verano pasado, olvidadas ya las alegrías del 15 M y con el PP bien asentado y el país convertido en una carnicería, mis esperanzas de conseguir, no ya cambiar algo, sino evitar lo que estaba por venir, estaban por los suelos.

En aquel momento surgió con fuerza el movimiento soberanista en Cataluña. Un posicionamiento que el gobierno de CiU quería utilizar como apoyo a las negociaciones del pacto fiscal, se convirtió en un movimiento multitudinario que confluyó el 11 S en la mayor concentración popular que se haya visto jamas en España. La manifestación desbordó ampliamente las pretensiones de CiU de apoyo al pacto fiscal, incluso las de la oficialmente convocante Assemblea Nacional de Catalunya de pedir que Cataluña fuera un nuevo país de Europa. El único grito que se escuchó durante toda la tarde-noche y que hacía retumbar las piedras de las calles y los edificios de Barcelona era “independència”: in-inde-inde-penden-cià.

En Cataluña siempre ha habido un claro sentimiento identitario, muy vinculado a la lengua, y también a otros símbolos políticos y culturales. Y ese humus mayoritario ha alimentado un sentimiento y un proyecto independentista que, hasta ahora, había sido significativo pero minoritario.

En la manifestación del 11 de septiembre estaba ese sentimiento y ese proyecto histórico, pero estaba sobre todo la convicción de que Cataluña no es eso, de que para poder hacer frente a la crisis había que librarse ante todo de esa España negra del PP que nos retrotraía al franquismo, y estaban también toda una retahíla de agravios que se habían venido sucediendo durante siglos y que siempre habían acabado igual: con el sufrimiento de los catalanes.

Por no remontarnos más allá, en la manifestación estaba la humillación de la Transición tutelada por el franquismo, estaba una Constitución que no contemplaba para Cataluña mayores libertades que las de cualquier región, dentro de un sano regionalismo bien entendido, una mera descentralización administrativa, estaba una incomprensión constante de la importancia y de la necesidad de defensa y proyección de la lengua catalana, siempre tratada con cicatería, estaba un desequilibrio fiscal que iba mucho más allá de la solidaridad y la justicia y que alimentaba una mala administración de los gobiernos central y autonómicos -unos más que otros-, estaba esa sensación de que en Cataluña, además, no se invertía un euro, que los ciudadanos catalanes pagaban más por todo y en cambio no disponían de las infraestructuras necesarias para desarrollarse mejor, estaban los recursos continuos al constitucional para frenar cualquier iniciativa que permitiera crecer a Cataluña, la altanería de unos políticos que decidieron “cepillarse” el nuevo estatuto del que el pueblo se dotó y que aún después lo liquidaron en un Tribunal Constitucional caducado y politizado hasta la médula, estaban ritmos muy distintos para enfrenter los retos de la historia, e incluso el inusitado ahínco con que se perseguía cualquier intento de formar una selección catalana de cualquier deporte, mientras el país se henchía de orgullo patrio con los éxitos de la roja de fútbol o de baloncesto, plagadas de catalanes… Todo esto y mucho más estaba en la calle.

El president de la Generalitat, Artur Mas, no quiso ignorar la petición colectiva y, en un gesto que le honra, convocó inmediatamente elecciones al parlament pidiendo a la ciudadanía de Cataluña, una “mayoría extraordinara” para afrontar un proceso que condujera al pueblo catalán a un referéndum de autodeterminación. Eso, conviene recordarlo, después de hacer un último intento con Mariano Rajoy para, a la vista de cómo estaban las cosas, pedir de nuevo el pacto fiscal. La derecha española no sólo no le escuchó, sino que le demonizó y amenazó a Mas y a Cataluña con todos los males del Apocalipsis si decidían seguir esta senda. A la socialdemocracia española, incluso a la izquierda, le falto tiempo para ponerse en contra de la indepencia de Cataluña: “Cataluña es España”, decían unos y otros sin que se sepa muy bien en que democráticas razones se apoya eso. Y aquí se creó una situación de no retorno.

Sin embargo el proceso era imparable, el pueblo había tomado la palabra, y era la primera vez que lo hacía con tal contundencia y una idea tan clara desde que empezó la crisis. Podía haber todo tipo de matices pero la idea central y ampliamente compartida era diáfana: “nos vamos de España”. Creo que ni tan siquiera los movimientos indignados, del 15 M, asamblearios… altermundistas en general, fuera de Cataluña, supieron ver la ocasión histórica, no sé si por falta de información o de capacidad de análisis o porque les cegaba un internacionalismo más españolista de lo que estaban dispuestos a reconocer. “Primero hay que luchar por los derechos sociales, después ya vendrá el derecho a la autodeterminación” decían, sin advertir, aparentemente, que esa guerra, por ese camino, la habíamos perdido ya hace tiempo. “Váis a caer en las redes de la burguesía catalana”… Ese fue un error muy corriente, tanto por parte de los medios y los políticos españoles como por parte de los movimientos alternativos: confundían el afán de independencia de todo un pueblo con las aspiraciones que atribuían a Mas. Atacaban a Mas como si fuera una especie de nave nodriza y los colegas altermundistas nos advertían de que estábamos abducidos por ella y haciéndole el juego. Ignoro si Mas tambien participaba de esta idea y pensaba acumular todo el poder en sus manos para poder decidir el qué, el cómo, y el cuándo de este proceso. Me gustaría creer que no.
El caso es que el pueblo actuó con sabiduría. Obviamente, en ese grito colectivo del 11 S estaba también todo el sufrimiento que le había producido la política neoliberal que Mas y su gobierno también habían estado aplicando sin ningún rubor. Queremos la independencia para salir de la crisis, no para continuar en ella. Así, CiU, la formación encabezada por Artur Mas, no sólo no consiguió una mayoría extraordinaria, sino que perdió doce escaños y con ellos, la mayoría absoluta de que disfrutaba. Pero el soberanismo, en cambio, sí consiguió esa mayoría extraordinaria, un soberanismo que giró a la izquierda para apoyar a Esquerra Republicana de Catalunya, Iniciativa per Catalunya e incluso una formación altermundista pero ferozmente independentista como la CUP. CiU y ERC suman, sin contar con otros apoyos, 71 diputados, una amplia mayoría absoluta y, después de las declaraciones del PSC desmarcándose del unionismo del PSOE, en el parlamento de Cataluña sólo hay 28 diputados contrarios al referéndum de autodeterminación (PP y Ciutadans) de un total de 135.

Ya he explicado en diversas reflexiones anteriores en este mismo blog como pensaba que esto abría un camino, señalaba un punto de luz hacia el que avanzar para conseguir una Cataluña independiente y socialmente justa, una nueva Islandia en el seno de la Unión Europea, pero con una dimensión y relevancia imposible de ignorar y como eso podía constituir un estímulo para tantos otros pueblos y obligar a modificar ciertos inamovibles dogmas económicos del neoliberalismo.

Nada de eso va a ser fácil, por supuesto. Hay que lucharlo día a día, palmo a palmo. Por eso en parte pongo fin a la presente etapa de este blog, para centrarme, sin solución de continuidad, en la siguiente: la lucha por la independencia y la justicia social en Cataluña. Aunque en las elecciones del 25 N voté a Esquerra Republicana, y estoy muy satisfecho de haberlo hecho y pienso que, en estos momentos, es una formación claramente de izquierdas -socialdemócrata si se quiere- que va a desarrollar una política sólida y coherente (dentro de los estrechos márgenes que nos permite la subordinación a la legislación española y a la política de su gobierno), a pesar de todo eso, mi corazón altermundista está con la CUP, la Candidatura de Unitat Popular. Al final de este artículo dejo un enlace con el discurso que pronunció el representante de la CUP en el parlament (donde de momento tienen tres escaños) y que suscribo plenamente -o casi-, como horizonte político.

Soy consciente que he estado mandando enlaces de mis artículos a muchos grupos del resto de España y de otros países a los que seguramente nuestra lucha cotidiana por avanzar hacia la independencia y la justicia social no les interesa, incluso les molesta tal vez en algunos casos. Por tanto, después de éste, ya no voy a colgar ningún otro enlace en grupos de fuera de Cataluña y voy a seguir publicando mis artículos en clave interna y en catalán, lo cual puede hacerlos más ágiles y espontáneos al ser mi lengua propia, aquella en la que pienso, sueño y me expreso mayoritariamente. Por supuesto, si alguien quiere seguir recibiendo mis enlaces, grupo o persona, sólo tiene que comunicármelo y se los remitiré puntualmente con mucho gusto.

Ahora es el momento de centrarse en esta lucha y no quisiera molestar a nadie por ello. Una lucha que creo sinceramente que es de todos, que no porque se produzca en un pequeño país deja de tener trascendencia para el resto de la humanidad, y mucho menos para mis hermanos españoles. Así lo espero, por el bien de todos, deseadnos éxito y hasta pronto.



http://ves.cat/bUW5 [Discurso de David Fernández, CUP, en la sesión de investidura del president Mas en el parlamento catalán]



11 comentaris:

  1. Hola Llorens... M'agrada el teu bloc i crec que fas malament de deixar d' enviar-lo. Al mon hi ha mes gent normal que anormal... Amb tot, sempre n'hi ha uns que criden mes que els altres. En fi, et seguiré de tota manera.

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  2. Hola Llorenç. M'havies espantat al començament. Fins i tot semblava que ja no ens quedava res per lluitar. Després, cap el final, m'has emocionat i molt. Però estic totalment amb el que diu en Joan. Potser no cal enviar l'enllaç a segons quins grups. Si volen, tots podem suscriure'ns, posar als "preferits", el que calgui, però saps que hi ha una projecció externa. Aixó en primer lloc. Després, gent de la resta d'Espanya que vol estar informada. Gent d'Espanya que necessita estar informada... Bé, ja saps, jo no canvio la llengua del meu bloc perquè sé que em llegeixen fora i el traductor de google de català és encara més penós que d'altres. I estic convençuda que un dels problemes de base que hem tingut a Catalunya és que des dels governs de Pujol, hem estat mirant-nos massa el melic. La informació no ha corregut, no s'ha difós. El coneixement ha quedat entre quatre i no ens ha arribat ni a gent del país. I així s'han repetit frases però sense argumentació, el que ha provocat que semblès que parlàvem per parlar i donàvem una versió "independentista" dels fets. Que parlàvem de mites i deiem mentides.

    Total, que si tiras endavant escrivint en català perquè et sents més còmode, molt bé, però la tasca d'obrir-nos i informar com cal, dir les coses com són i sortir al pas de tots els disbarats que diuen contra nosaltres, és essencial.

    "Nus" veiem!

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  3. Gràcies a tots dos pels vostrs comentaris i per l'afecte. Potser m'equivoco, però crec que tampoc el llegia gaire gent de fora de Catalunya. Als grups de Catalunya, encara que no siguin independentistes, els ho continuaré enviant. En aquest moment penso que cal concentrar-se en la gent d'aquí, de tota condició i procedència, que és la que, al capdavall, com a poble, han de decidir cap on hem de tirar (als polítics no hi arribo) ni als d'aquí ni als d'allà. Anar predicant per grups de les espanyes no només era, em sembla, bastant esterir, sinó que constituïa una penitència que havia de passar cada setmana en forma d'exabruptes, injúries, insults... Tinc una pell d'elefant, però, realment valia la pena? Si ha ha algú que em vol seguir en català, ja ho farà i per la resta no patiu, la meva intenció és fotre canya quan convingui. No tinc pels a la llengua, Una abraçada.

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  4. "Soy consciente que he estado mandando enlaces de mis artículos a muchos grupos del resto de España y de otros países a los que seguramente nuestra lucha cotidiana por avanzar hacia la independencia y la justicia social no les interesa, incluso les molesta tal vez en algunos casos. Por tanto, después de éste, ya no voy a colgar ningún otro enlace en grupos de fuera de Cataluña y voy a seguir publicando mis artículos en clave interna y en catalán"...EL pensamiento y la palabra nunca son una ofensa, incluso o sobre todo cuando muestra una mirada diferente aunque nunca ajena,por eso no entiendo esa mirada hacia dentro, que deja de ser compartida, ni entiendo que tenga que hablarse de "las claves" catalanas, españolas etc...en cualquier caso, si no se explican, dichas claves llevan a la incomunicación, y luego, en algunos casos a la incomprensión...por eso ahora mas que nunca, opino que las miradas deben ser compartidas (sobre todo si son diferentes) para evitar que dejen de mirarse...Un cordial saludo y gracias Llorenç...

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  5. M'agrada constatar que ets incombustible, que les dificultats representen per a tu una empenta que et projecta cap endavant.
    Penso que la decisió que prens és prou meditada i que tu millor que ningú deus saber si val la pena dirigir el teu discurs "portes enfora". Em semblava, però, molt interessant, que una veu lúcida, analítica i intel·ligent com la teva arribés a gent que massa sovint estan habituats a proclames viscerals i demagògiques.
    Felicitats per tot el que has fet i tot el meu suport en el que faràs. Una abraçada.

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  6. Gracias "anónimo", ya sabéis que tengo por norma no contestar comentarios anónimos, pero no puedo obviar en este caso la buena voluntad que desprende. Por tanto, hago una excepción. Yo también pienso que el pensamiento y la palabra nunca son una ofensa si no se utilizan como tal (que también se puede, pero no es mi caso). Sin embargo no es un pensamiento universalmente compartido, por lo que me han llegado a decir. Incluso empecé a recopilarlo porque daba para un libro, pero después lo dejé porque pensé que para qué iba a crear más mal rollo. Mis enemigos no son quienes me increpan o disienten con malas maneras, son tan víctimas como todos, mis enemigos están buen parapetados detrás de los bancos, los fondos de inversión, los paraísos fiscales... Pero bueno, no es eso en definitiva lo que me hace cambiar mi estrategia (los fines siempre han sido los mismos). Es que, al tomar este camino que pasa por la independencia de Cataluña, a parte de lo mucho que se me ha malinterpretado, el interés por leer lo que escribía, fuera de Cataluña, se ha debilitado mucho. Cuando digo que ahora debo trabajar en "clave catalana" quiero decir que este proceso concreto, sin perder para nada de vista el horizonte global, necesita muchas voces, mucha energía, y voy a concentrarme en él, en cuestiones más específicas del proceso catalán, y en catalán, porque si me dirijo a un ámbito catalán y siendo mi lengua de uso habitual, es lo más normal y me resulta mucho más cómodo. Seguro que mi castellano a veces rechina a oídos de un castellano hablante. En cualquier caso, ya hay gente de Argentina que me dicen que es igual, que se lo siga mandando (el catalán se entiende fácil con un poco de buena voluntad), y otros en distintas partes de España. Yo creo que a quienes les interese lo que escribo, seguiré llegando, porque se apunten al blog o porque me digan que les siga mandando los enlaces. A ver qué tal. Tengo esperanzas de que lleguemos a abrir en Cataluña una "anomalía" en el seno del neoliberalismo y su aplicación caníbal a los países del sur de Europa. Un abrazo

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  7. Gràcies pels ànims i la confiança Marieta. Ja veus pel que vaig comentant per aquí que prenc la decisió que em sembla més efectiva i necessària, perquè cal intensificar molt els raonaments aquí, a Catalunya, on ens tocarà decidir i perqu, en termes d'"economia d'escala", l'esforç d'escriure a grups de tota arreu no compensava. Jo crec que qui estigui interessat/da en el que passa a Catalunya i com pot repercutir a fora o com des de fora es pot entendre i ajudar, seguirà aquest blog o d'altres igualment. Són llengües germanes i amb un mínim de bona voluntat s'entenen. Ara tinc un mail d'una alumna meva del Màster, de Madrid, que va venir al setembre sense tenir ni idea de català i ara m'escriu en català!, a la seva manera, però cada dia millor. Jo espero que mai no es trenquin els ponts amb els nostres companys d'Espanya, ni d'enlloc, si sentim el mateix, ens entendrem. La resta és pica pedra.

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  8. Meii d mi
    COMPARTO las ideas con afinidad , al igual que mi voto a ERC y mi sincera admiracion a CUP. Deseo el respeto de Cataluña en su identidad , carácter y lengua : deseo que la politica deje sus discusiones bizantinas para centrarse en las necesidades y problemas reales . Deseo ética y nobleza en los politicos y sino que nos decidamos a hecharlos uno a uno , para que se dirijan como verdaderos representantes de una Nacion en el planteamiento de las necesidades y urgencias . Sinceramente PROTESTO por la devastacion y desmantelamiento de los servicios publicos ; la erradicacion y violacion de los derechos constitucionales ; el desarraigo a los derechos humanos mas esenciales , en cuando la gestion privada ha invadido el dominio de sectores y las conexiones entre lo privado y publico son poco claras y mal dirigidas . Tengo esperanza en que al aumentar los movimientos sociales de base se produzcan los cambios necesarios , que van a hacer cumplir la función de enderezar adecuadamente leyes y dirigentes . Tenemos el deber de hacerlo por el presente y futuro de nuestro pais .

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  9. Meii d mi , Respecto al avandono del bloc ... creo que es cuanto mas se necesita crear apoyo y movimiento . Nuestra lengua es un derecho adquirido en siglos e inalienable.

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  10. De vegades tens bones idees i aquesta ha estat bona.
    M'has deixat sense paraules. Només puc dir-te que m'agrada molt el camí que has pres.

    Anècdotes:

    - El temps mínim que vaig trigar a convèncer a un amic català que la idea d'independència era la més encertada va ser de 30 segons.

    - Abans-d'ahir, a un dinar familiar, encara, individus sense massa informació, em preguntaven (amb interés) per què és bona la independència per a nosaltres, els catalans. Vaig fer el que vaig poguer, amb quatre frases. Aparentment els vaig convéncer.


    Amb aquestes petites anècdotes només volia fer saber que estic amb tu en que s'han de concentrar les forces a Catalunya. Fora són molt pocs els que entenen (o volen entendre) les nostres postures. Dins de Catalunya hi ha molta gent que vol saber. Aquests son els que hem d'informar.

    Porto 15 anys parlant d'independència. Ara només parlo si em pregunten. Ara em pregunten més que mai.

    David tirado

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  11. Meii, no abondono el bloc, lo centro, como si hiciera zoom en un objetivo, convencido de que la independencia es el camino.
    David, moltes gràcies, de debò, el teu suport m'encoratge perquè val el seu pes en or.

    Estic escrivint el primer article del bloc renovat, de moment es diu: "La independència és el camí, l'únic camí, però és només el camí"

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