¿Qué podemos hacer? Esta es una pregunta que nos hacemos a diario tantísimas personas que vemos como se va ahondando más y más el pozo en el que estamos sumidos. Ya no sólo por los recortes de nuestros medios de vida y de nuestros derechos -lo hemos repetido hasta la saciedad-, sino por las formas autoritarias que van adoptando los poderes de una forma cada vez más descarada.
¿Debemos seguir poniendo la otra mejilla? Yo soy un hombre pacífico y jamás predicaré la violencia, pero tampoco pienso que la violencia sólo engendre violencia y creo que es legítimo ejercer la violencia en legítima defensa. Quizás no sea legal, porque las leyes las hacen los que mandan, pero la legitimidad está por encima. No, no es que debamos seguir poniendo la otra mejilla, yo tengo derecho a defenderme de quien me agrede. El problema es que, en una sociedad avanzada como la nuestra, la violencia, para los pobres y los oprimidos, es una carta perdedora.
El estado detenta legalmente el monopolio de la violencia y el estado es dirigido por los gobiernos que son elegidos en las urnas por el conjunto de la población. ¿No debería entonces este mismo estado ejercer su derecho a la violencia, a una civilizada violencia, para detener, juzgar, encarcelar y expropiar a aquellos que se han enriquecido vendiendo humo, jugando con las ilusiones de la gente, evadiendo u ocultando sus infamantes fortunas? Sin duda, sin duda. Pero nuestra democracia es imperfecta, los poderes y los intereses se confunden y el gobierno acaba ejerciendo la violencia -nada civilizada, por cierto-, contra quienes toman la calle hartos de que paguen justos por pecadores. Lo hacen por el bien común y por el orden, que parece que está por encima de la justicia, porque a aquellos que se han burlado de la justicia a lo grande no les alcanza nadie.
Ante ese panorama ¿qué hacer? Ya lo dije, que cada cual siga su estrategia, porque si hemos de esperar a ponernos de acuerdo… En eso nos aventajan los poderes, porque ellos tienen una estructura piramidal, basada en lo que los etólogos llaman el orden del picoteo [si se entra tal cual en google salen varios artículos], que es cruel pero eficaz.
No creo que sirva para nada explicar a los poderes que hay otras opciones. Ya las conocen y no les interesan, y nosotros también ¿No es perder un poco el tiempo y la paciencia ir proponiendo medidas que jamás se aplicaran? Tampoco sirve para nada -eso seguro-, caer en la resignación, mirar hacia otra parte y apechugar con lo que venga como si no tuviera solución. Eso, además de cobarde y acomodaticio, es insolidario con todas y todos los que luchan y con las generaciones venideras, a quienes, no lo olvidemos nunca, pertenece este mundo.
Yo ya expliqué que mi camino, y el de muchas otras personas, pasa por intentar movilizar al conjunto de la sociedad, levantar las conciencias. La semana pasada daba a conocer una iniciativa, que está en marcha, para identificarnos mediante una chapa que responde a un manifiesto que todo la población puede compartir ¿Tan difícil es ponerse una chapa? ¿Ni a eso llega nuestra capacidad de compromiso? Vamos a identificarnos masivamente para manifestar permanentemente nuestro malestar y nuestra dignidad.
Y vamos a hacer más: vamos a hacer que las calles de nuestros barrios, de nuestros pueblos, de nuestras ciudades, hablen por nosotros. Hay centenares y centenares de frases que sintetizan nuestras ideas, las de la inmensa mayoría, y sólo aparecen en las manifestaciones. Al final anexo una pequeña antología. ¿Por qué no están en nuestras carpetas, en nuestros coches, en nuestras bicis, en nuestros cristales, en nuestros balcones, en las rocas de la montaña, en las piedras de los parques…? Pegatinas, pósters, pancartas, carteleras… ¿Por qué no las ponemos en nuestros contestadores, en nuestros e-mails, en nuestras camisetas...? Ahórrate los sms de fin de año y acaricia la conciencia de tus amigas y amigos un día cualquiera… ¿Y las paredes? Nunca había visto las paredes de las universidades tan limpias como ahora. Pero, más allá de mi perplejidad y de la obsesión de algunos decanos por la limpieza, debe haber paredes en las que se puede escribir y dibujar ¿o no? Confieso mi ignorancia, pero, si es así ¿dónde están nuestras grafiteras y nuestros grafiteros?
Este fin de semana estaremos masivamente en las calles, pero no nos conformemos con manifestaciones puntuales, hagamos que el mundo entero clame permanentemente contra la injusticia, puedes hacer mucho y sólo -sólo- depende de ti.
Antología de frases de aquí y de allá, que prácticamente toda la población podemos compartir (sin autoría ni procedencia ¿qué más da? Lo que cuenta es lo que dicen):
“No es perdedor el que pierde, perdedor es el que se rinde”
“Es muy cómodo hablar de igualdad cuando la desigualdad la sufre otro”
“Las viviendas no valen lo que cuestan”
“Si votar cambiase algo, sería ilegal”
“Vendo riñón para pagar matrícula”
“¿Cómo quieres que el estado solucione tus problemas si el problema es el estado?”
“No es economía, es ideología”
“El enemigo no viene en patera, viene en limusina”
“Donde hay poca justicia, es grave tener razón”
“El capitalismo es el genocidio más respetado del mundo”
“La resignación es un suicidio cotidiano”
“A ti que estás mirando también te están robando”
“¿Cómo explicarás a tus hijos que perdiste lo que ganaron tus padres?”
“Queremos un mundo donde quepan muchos mundos”
“La violencia no silencia las ideas”
“No nos vamos, nos mudamos a tu conciencia”
“No hay democracia si gobiernan los mercados”
“Nietos en paro, abuelos trabajando”
“Estoy buscando mis derechos ¿alguien los ha visto?”
“Sigue mirando hacia otra parte… hasta que vengan a por ti”
“¿Tienes dinero negro? Tu gobierno te lo blanquea por sólo el 10%”
“Los ricos con médico privado, los pobres privados de médico”
“Estás despedido, pásalo”
“La crisis ha terminado, ahora comienza la miseria”
“Sólo los peces muertos siguen la corriente del río”
“¿Qué pensaría el niño que fuíste del adulto que eres ahora?”
“Queremos mentiras con más calidad”
“Un día a los pobres no les va a quedar otra que comerse a los ricos”
“La democracia es tan cómoda que incluso piensa y decide por nosotros”
“Si tu miedo es su alimento, hazles pasar hambre”
“Ya no basta con indignarse, es hora de comprometerse”
“Ellos mandan porque tú obedeces”
“Temo el silencio de los buenos”
“Pienso, luego estorbo”
“Si tienes una pistola puedes robar un banco, si tienes un banco puedes robar a todo el mundo”
“Tu salud es su negocio”
“¿Es usted un ciudadano normal o todavía piensa?”
“Estudiante pre-parado”
“Deshauciar mata”
“Ellos viven por encima de nuestras posbilidades”
“Aunque escondas la cabeza sigues con el culo al aire”
“Si los de abajo nos movemos, los de arriba se caen”
“El miedo es la excusa para no intentarlo”
…Y así indefinidamente, buscad y encontraréis, imaginad y avanzaréis, pero no ocultéis vuestros pensamientos, dejadlos vivir libres en las calles…
¡Ah, sí! Y para los turistas que vengan a Barcelona, especialmente:
“¡Welcome to Catalonia, land of repression!”
Buenísimo!!!
ResponEliminaun saludo
Cecilia
Gracias, ya sabes, ponte el spray en el bolso.
ResponElimina¿Qué podemos hacer? Difícil cuestión. En mi opinión atacar los dos pilares en que se sustenta el sistema de la opresión, atacar la dependencia y la fe. La fe en el sistema mismo, del que cree en sus posibilidades de dulcificación o reforma (recordemos aquel "humanizar el capitalismo"), del que piensa que "somos unos afortunados y no estamos tan mal", del que cree que la crisis es un castigo divino y no parte inherente al funcionamiento del capitalismo, a fin de cuentas del que todavía piensa que vivimos en el mejor de los mundos posibles. Ante esto y como bien dices levantar conciencias, desde la cotidianidad personal y desde proyectos colectivos y asociativos que trabajen en esa dirección.
ResponEliminaLo de la dependencia es más complicado, es lo que nos ata más fuerte (creo que se pudo ver en la última huelga) porque toca a nuestra subsistencia y aún así hay quien consigue construir proyectos de los que vivir y que se alejan de las lógicas del mercado y el capital.
De todos modos lo segundo no llega sin cambiar lo primero, y para esto hacen falta más blogs como este y más personas como el que lo escribe, una persona hacia la que guardo caríño y un grandísimo respeto.
Un abrazo Llorenç y felicidades por esta iniciativa.
Adrián Soler
Salud y un abrazo Adrián, nos vemos en la calle. Llorenç
ResponEliminaEs cierto, es tiempo de manifestar la opinión en contra de las decisiones políticas que se estan tomando con la excusa de la crisis.
ResponEliminaComo profesional de la salud un diagnostico social podria ser de "estatus indignativo": estado contínuo de indignación, lógico es que lo manifestemos todo el tiempo. Yo así lo estoy haciendo, hace una año que en mi indumentaria llevo la chapa contra los recortes en atención primaria, por que me incumbe... y atiendo a los usuarios de la sanidad pública con mi uniforme habitual, mi identificación y una tarjeta con el no a los recortes, también procuro dejar en sitio visible convocatorias de concentraciones contra los recortes y algunos de los chistes que corren por internet...
Propuse este tipo de acciones en una plataforma de professionales de la salud y salió el problema de la legalidad...
Estoy convencida que hay muchos professionales de la salut, y también muchas personas que así lo hacen y no pasa nada, pero que seria mucho mas efectiva la acción si fuera mayoritaria y se mantuviera a lo largo del tiempo.
Por mi parte he de considerar que, durante este año, nadie me ha increpado por que lo lleve, y que ademas los usuarios se muestran mas cercanos, facilitando la comprensión mútua, tant dificil, a veces, y tan necesaria a la hora de establecer una relación terapeutica de cuidados eficaz.
Me ha gustado leer tu escrito y lo comparto, ánimos y hasta pronto.
Carme