Falta poco más de un mes para las elecciones probablemente más trascendentales que hasta el presente hayamos vivido en Cataluña. Lo que en ellas se va a dirimir es el camino que toma el país para emanciparse de España o para mantenerse integrada, de una u otra forma, con ella. Con ellas no va a terminar nada, pero pueden empezar muchas cosas.
Y a estas alturas, cuando, precisamente por su trascendencia, las propuestas políticas de los partidos y coaliciones que se presentan deberían estar más que claras, sigue reinando la ambigüedad y la confusión.
Esto se debe, en gran parte, a que, en estas elecciones se sustancian dos elementos distintos pero complementarios: la vinculación de Cataluña con España y la política económica y social. Dos variables que, en combinación, forman un cóctel explosivo.
Sólo el PP de Cataluña, que, por su dependencia de la política del gobierno español, no tiene ninguna posibilidad de cambiar sus propuestas, se ha manifestado abiertamente como el partido de los catalanes que no se quieren emancipar de España y que piensan que la política económica y social que está desarrollando Rajoy es el camino para salir de la crisis y recuperar la senda de la prosperidad.
Ciutadans, un partido claramente anticatalanista, no tiene una política económica y social definida, aunque siempre se ha escorado a la derecha, y sólo se posiciona respecto a cuestiones identitarias y a los derechos de los españoles-no catalanistas residentes en Cataluña. Por ello, no es de esperar que formule una propuesta estructurada en todos los frentes. Sigue siendo, a pesar de los esfuerzos de su líder casual, Albert Rivera, un partido que recoge un voto fundamentalmente planteado en términos negativos.
El PP de Cataluña y Ciutadans seguramente aspiran a recoger los votos de todos aquellos catalanes y catalanas que se sienten fundamentalmente españoles y que abominan de cualquier itinerario independentista, ya sea total o parcial.
Más a la izquierda, dentro del espacio socialdemócrata, que no se ha enfrentado hasta el momento de una forma clara al modelo neoliberal, está el PSC, el Partit dels Socialistes de Cataluña. En estos momentos, la imagen que mejor lo evoca es un bergantín haciendo agua por todas partes. Con graves disensiones y purgas internas, en manos de un timonel inexperto y sin margen de maniobra por su vinculación con otro navío a la deriva, el PSOE, juega, sin mucha convicción , la carta del federalismo, sin que nadie le haga caso, puesto que nadie más en Cataluña ni en España lo propunga con capacidad y convencimiento. Ante el previsble naufragio, las distintas sensibilidades del partido están arriando las chalupas o lanzándose al mar directamente. Sólo la férrea organización y la solidez del aparato parece que puedan permitirle llegar a puerto, aunque, según todas las previsiones, sensiblemente diezmado y quien sabe si herido de muerte. Es lo que tiene poner las velas contra los vientos de la historia.
En el ámbito supuestamente independentista nos encontraríamos en primer lugar la coalición que gobierna Cataluña, y que la ha gobernado casi ininterrumpidamente desde la Transición, Convergència i Unió. Convergència i Unió ha vivido hasta el presente de un discurso supuestamente interclasista y del hecho de haber recogido toda la parafernalia cultural y simbólica del catalanismo político, un discurso completamente de derechas, elaborado en el siglo XIX y aderezado durante el siglo XX por la Lliga Regionalista. El único discurso catalanista realmente formalizado y, por tanto, adoptado también por la oposción durante el franquismo, y heredado, como un traje hecho a medida, por la burguesía catalana franquista y postfranqusta reunida al entorno de CiU. Convergència i Unió ha vivido durante décadas de esta falacia: que ellos, y nadie más que ellos, eran realmente Cataluña, basándose en que ellos, y nadie más, encarnaban ese discurso, que, siendo un discurso abiertamente derechista, se había consolidado como la realidad indiscutible y connatural del país.
Pero ahora deben dar un paso más. Económica y socialmente continuarán manteniendo su política neoliberal, en eso poco o nada les separa del PP y la política de Rajoy. Y, de la misma manera que el PP sacrifica al pueblo español, por el bien de España, como dicen ellos. CiU puede hacer, y de hecho está haciendo, lo mismo, por el bien de Cataluña. En este sentido son almas gemelas que tan sólo se pueden enfrentar por la distribución de los presupuestos.
Pero, en cuanto a la integración o no de Cataluña con España, dentro del propio partido conviven sensibilidades muy distintas que, en una especie de contínuum van desde el independentismo puro y duro hasta el mantenimiento del estado autonómico actual, si acaso con retoques operativos. Una parte de la coalición, Unió Democrática –o por lo menos su dirección-, se ha manifestado abiertamente en contra del independentismo; otra parte, aunque sea a título personal, claramente a favor. Y el núcleo duro de Convergencia juega con términos ambiguos como interdependencia, estructuras de estado, sin pronunciarse jamás de una forma clara. El president Mas se ha comprometido a convocar algún tipo de consulta popular sobre el futuro de Cataluña, aunque no se sabe cuándo ni cómo. Pero la pregunta -que ha lanzado a modo de sonda-, que se plantearía en la consulta admite toda clase de interpretaciones: “desea usted que Cataluña sea un estado de Europa”.
El arma con la que piensa luchar CiU es la ambigüedad, dejar que el electorado imagine a su conveniencia lo que han dicho, más que presentar sus posiciones de forma contundente, cosa que les llevaría a perder una parte u otra del mismo electorado. Porque, en realidad, CiU no quiere ni ha querido nunca la independencia -tal vez algún miembro sí, pero no la coalición o los partidos como tal-, quiere el poder, quiere la mayoría absoluta, para gobernar cómodamente en Cataluña y, sobre todo, tener fuerza para negociar los presupuestos con Madrid. Hay que recordar, para quien lo dude, que CiU no defendía la independencia, sino el pacto fiscal, que la marea independentista les arrolló el 11 de septiembre y que después tuvieron la habilidad y el oportunismo de cabalgar la ola como un experto surfista.
¿Y los partidos realmente independentistas y de izquierdas? No se sabe. Lo más eficaz para todos hubiese sido crear una gran coalición -los votantes de izquierda, no ya independentistas, sino catalanistas no hubiesen tenido otro referente- para sacar el máximo provecho, de acuerdo con la ley electoral actual, y plantar cara de tu a tu a Convergencia. No lo han hecho. Se presenta cada formación por separado: Esquerra Republicana de Catalunya, Iniciativa per Catalunya-Els Verds-Esquerra Unida i Alternativa, Solidaritat Catalana per la Independència, las Candidatures d’Unitat Popular… por mencionar las que tiene mayores posibilidades de obtener representación parlamentaria.
¿Por qué no lo han hecho? ¿Por qué realmente mantienen diferencias claramente sustantivas o por intereses de protagonismo -de la fuerza política o personal-, cosa que sería bien triste? No se sabe, porque, además, como si la cosa no fuera con ellos, como si ya dieran el partido por perdido, no se explican, no se posicionan claramente como lo están haciendo CiU, el PP o el PSC. Y cuando lo hacen es para añadir más ambigüedad al tema. ICV ha dado a conocer su lema “Catalonia is not CiU”. Vale, guapos, ya sabemos que sois una coalición de izquierdas pero, respecto al independentismo ¿cuál es vuestra inequívoca posición? ERC dió a conocer su lema hace unos días “L’esquerra d’un nou estat”. Perfecto, también sabemos que sois inequívocamente independentistas, pero eso de l’esquerra ¿qué quiere decir exactamente? Porque hasta ahora mucha política de izquierdas no habéis hecho. La desorientación del tripartito, y de algunas conselleries de ERC, hizo que la experiencia acabara como el rosario de la aurora, y esa facilidad que tiene ERC para pactar a su conveniencia con CiU, a la gente verdaderamente de izquierdas, nos asusta.
Las otras fuerzas de momento sólo sabemos que van a dispersar voto y que su presencia parlamentaria, en cualquier caso, si se da, será anecdótica.
Ante todo eso, el elector independentista de izquierda, como yo, se queda anonadado ¿A qué esperan para aclarar todas estas dudas? Con luz y taquígrafos, en los medios de comunicación, convocando ruedas de prensa… ¿Tendremos que esperar a que empiece la campaña electoral para escuchar mítines prefabricados con la calculadora en la mano y para tratar de entender entre líneas? ¿Tendremos que seguir con angustia la noche electoral para saber cuántos votos le hemos regalado a CiU por imbéciles o por estrechos de miras? ¿Van a luchar las fuerzas de izquierda entre ellas por un imaginario bien limitado, en lugar de hacer, por lo menos, un informal frente común ante CiU?¿Van a faltar también esta vez las izquierdas catalanas a la llamada de la historia?
Si es así, quizás mejor que cambiemos el lema, de Catalunya, nou país d’Europa por Catalunya, un país de botiguers.
Pues si tu dudas , imaginate como se puede sentir un elector de izquierdas no independentista,cuando el PSC naufraga y no sabe bien cual de sus manos es la izquierda , ERC es independentista , y ICV va y tambien se suma a considerar el tema de la independencia como una prioridad (como Raul Romeva que tambien anda preocupado por los aviones que sobrevuelan catalunya). Estoy convencido la derecha es la unica sacara provecho del tema de la independencia , nosotros los de izquierdas solo podemos esperar venga a rescatarnos el subcomandante Marcos ....
ResponEliminaTampoco es eso, lo que pasa es que será un proceso más largo. El proceso soberanista seguirá, se hará algún tipo de consulta y se ganará. Espero que si por fin Cataluña se independiza (con mi respeto a tus ideas), la derecha ya no se podrá disfrazar más y la izquierda se tendrá que definir por su ideario social. Entonces las cosas serán más claras. Ahora viene un tiempo de traspaso, un período quizás corto para la historia, pero que a mi se me antoja demasiado largo. Y sí, reconozco que para una opción de izquierdas no independentista aún es más difícil, algún grupo minoritario habrá, pero parece que la historia no va por ahí. Y el sucomandante Marcos (los suyos) se dedica al turismo étnico-místico-revolucionario, y con mucho éxito!
ResponEliminaLa izquierda independentista quedará dividida, pero ¿y qué? Catalunya se caracteriza por su amplio abanico de partidos políticos y esto la hace más democrática que otras autonomías. Tendrán que pactar, debatir... como siempre. Esto no es malo. La mayoria no la va a tener nadie porque el pueblo catalán es muy diverso. Creo que ninguna encuesta es fiable porque hay mucha gente dudando entre lo que siente, el voto útil, el miedo. Habrá que esperar
ResponEliminaÚnicamente decir que Llorenç ha retratado a la perfección el panorama político de Cataluña, y que estoy totalmente de acuerdo con el comentario efectuado por "Anónimo24 de octubre de 2012 11:00".
EliminaDavid Tirado
El partido que buscas es CUP, el único que ha apostado claramente por el socialismo, el asamblearismo, la democracia directa y la independencia. Es algo así como el "Bildu" catalán (pues Bildu es un partido de base, socialista y asambleario). El "EH Bildu" catalán que tú buscas sería esa gran base de izquierda asamblearia + ERC (socialdemocracia) + ICV (que seguramente se desgajaría en una parte independentista y otra federalista, como le pasó a IU en el País Vasco).
ResponEliminaPer mi, l'únic grup politic que s'encarrega d'ocupar de veritat l'espai d'esquerres és la CUP. Realment es mullen de veritat per transformar aquest sistema i fer-lo més humà, sensat i ètic.
ResponEliminaTenen gran experiencia en l'àmbit municipalista i sempre han estat al costat de les causes socials, així com de plantejar un discurs molt seriòs, de cap a on hem de reconduir la situació (auditoria del deute, prou desnonaments injustos, protecció dels treballadors, etc).
Una cohalició avui dia ho trobo sincerament artificial. ERC no hem mereix gaire respecte, ja que com a partit està molt instrumentalitzat i tots sabem les virolles que fa fer dins el tripartit. Per extensió ICV i respecte a PSC, no m'interessa sincerament, ja que està connectat totalment amb Madrid.
El federalisme avui dia és impossible a Espanya. Hi han molta angoixes, moltes pors internes i molta part de la societat segueix ancorada a l'època post-franquista.
Si la gent que lluita al carrer no té un mirall dins el Parlament, de poc serveixen les lluites socials on la gent, comença a perdre els nervis i la paciència. Ja són prous anys d'estafa financera, com per a que d'es de dins, es puguin començar a jutjar als responsables. Hi ha massa impunitat, gràcies a la connexió entre partits i empreses/bancs. Això s'ha d'acabar.
Per cert. Voldria deixar clar que la meva opció és independentista, però no vull trencar relacions amb Espanya. Tant per coses bones com per dolentes, tenim una part de l'història connectada amb ells i ens hem de respectar com a tals, encara que no compartim ideals o formes de pensar i de ser. Els espanyols no ens haurien de veure amb por o amb odi. Penso, que haurien de lluitar més per la seva pròpia llibertat individual i no polaritzar el seu futur, en el bipartidisme de PP-PSOE.
DavidG
Lo único que han dejado claro, los partidos "independentistas", es que el único interes que les mueve, no es un sentimiento independentista real, sino un afan por controlar la mayor parte de la recaudación de los impuestos catalanes. Volvemos a vernos vendidos por intereses partidistas y monetarios y no por un interes real soberanista. Yo no estoy a favor con la independencia, pero menos con la manera de manipular y jugar con los sentimientos de los catalanes.
ResponEliminaTiene ud una visión parcial de Ciutadans, amigo. Mire qué curioso: "ERC evita junto a CiU que Mas de explicaciones en el Parlament por el caso Palau" Fue el pasado 19 de julio, a propuesta de C's.
ResponEliminaLe dejo aquí el enlace. http://www.lavanguardia.com/politica/20120719/54326671100/erc-ciu-evitan-artur-mas-comparezca-parlament-caso-palau.html
Creo que es injusto su análisis de este partido. Y ojo, no soy votante suyo, pero sigo con asiduidad y atención la actividad parlamentaria. Ellos se han posicionado a favor de la dación en pago, impulsaron la creación de una comisión de investigación (a la que se sumaron ICV y SI) por el tema de la estafa de las preferentes. Han criticado contínuamente la supresión del tramo más alto del impuesto de sucesiones (obra y gracia de CiU) y defendido la subida de tasas que se podía haber evitado con ese dinero. También han ido contra el euro por receta y el "copago" sanitario. Dan prioridad a sanidad y educación públicas y se oponen a dar subvenciones a todo quisqui y a la privatización sanitaria. No creo que sean posiciones de "derechas". De hecho, es de los pocos que quiere regeneración democrática y reforma de la ley electoral (que lleva más de 30 años intacta).
Un saludo
Juan José López
Las cosas por su nombre: Ciutadans es de derechas. Coincide demasiado con el PP y este afán de divulgar la discriminación de los castellanoparlantes es un insulto para los que viven en Catalunya y saben perfectamente que es lo que pasa. Un ejemplo: este blog es en castellano para llegar a todo el mundo, pero "se permite" el título el catalán.
ResponElimina¿? Esa teoría indica que ERC también es de derechas por coincidir con CiU en la inmersión. ¿ Algún argumento para contrastar eso de que coincide con el PP ? Yo he dado HECHOS en los que el PP NO ha participado y que son posiciones de social-democracia.
EliminaJ.J. López
Ciutadans discrepará del PP en algunas cosas (no me dedico a ver debates parlamentarios), pero la lengua no se toca, porque es el vehículo a través del cual se expresa el alma de los catalanes. Sólo por esto os merecéis no ganir ni un sólo escaño.
Elimina"En las sociedades intolerantes, con menor libertad de conciencia, donde existen opiniones obligatorias o dogmas, la heterodoxia es castigada y quienes la sustentan son marginados, expulsados de la sociedad o eliminados. Sus opiniones son ninguneadas o censuradas". Del wikipedia, sobre la heterodoxia.
EliminaJuan Jóse López
Si lees de nuevo, verás que yo no soy votante suyo. Pero esa actitud tuya se asoma al fascismo. No hay peor enemigo para una democracia que la ignorancia radicalizada e intolerante. La Historia da fe de ello.
EliminaJ.J. López
1) La Ley de Servicios Sociales, el Pacto Nacional por la Inmigración, la eliminación del impuesto de sucesiones para las clases medias y trabajadoras y su mantenimiento para el 6% más rico de la población, el Plan Nacional de Juventud, la Ley de Políticas de Juventud, la Ley de la Vivienda o la Ley de Acogida: medidas netamente progresistas que han sido principalmente impulsadas por ERC durante su paso por el gobierno. No lo digo porque el tripartito me pareciera una maravilla precisamente, pero de ahí a decir que "ERC mucha política de izquierdas no ha hecho"... pues hombre... Y no hablo de las cosas que estamos proponiendo desde la oposición, como la implantación de un impuesto a la banca para ir equilibrando el presupuesto sin necesidad de recortar en sanidad o educación públicas.
ResponElimina2) ¿Por qué no se ha podido hacer una coalición independentista y de izquierdas? Porque, a parte de la CUP, que se ha presentado a última hora y que de momento no quiere saber nada de coaliciones, el único partido que tiene claro lo del independentismo y lo de la izquierda es ERC. ICV estará encantada con la idea de hacer un frente de izquierdas pero no va a querer clarificar su posición con respecto al tema de la independencia. SI, DC y demás partidos independentistas "transversales" estarán encantados de hacer una coalición independentista pero no quieras entrar en deficiones en el eje izquierda/derecha. Ante la disyuntiva de sumar por un lado para restar por otro, en ERC hemos preferido hablar con todo el mundo pero ir tirando millas.
3) "Esa facilidad que tiene ERC para pactar con CiU a su conveniencia". Si hablamos de pactos parlamentarios, ERC no pacta con CiU más que en temas que tienen que ver con la cuestión nacional, y no siempre: en el referendum del Estatut, CiU, PSC e ICV iban a una y en ERC nos quedamos solos diciendo que el Estatut era insuficiente y que nacía castrado, cosa que el tiempo se ha encargado de demostrar. Por lo que respecta a pactos de gobierno, el último pacto ERC - CiU se produjo en los años 80, en la época de Barrera. Ha llovido mucho desde entonces y más veces, y de más trascendencia, han pactado CiU y PSOE.
Ojo, no te lo dice un fanático de partido. Durante el segundo tripartito fui muy crítico con la dirección y el rumbo de ERC. Pero no tengas ninguna duda: somos independentistas *y* de izquierdas. Los únicos, junto con la CUP, que tenemos las cosas claras en ambos ejes.
No intervengo porque me parece muy interesante el debate que se mantiene y celebro que se utilice este espacio para hacerlo. Sólo rogaría, de nuevo, que se evite dejar manifestaciones "anónimas", aunque se entre como Anúnimo, porque es lo más fácil, no cuesta nada dejar nombre y apellido al final del comentario. No es justo que unos hablemos mostrándonos abiertamente y otros se embocen en las sombras del anonimato. En el blog del próximo miércoles insistiré en alguna cuestión que ha aparecido por aquí.
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